Una droga de exclusión y exterminio

EL TRATAMIENTO CONTRA EL PACO PUEDE DEMANDAR ENTRE SEIS MESES Y UN AÑO Y MEDIO
Los profesionales que trabajan en la rehabilitación de consumidores de paco acuerdan en que la exclusión es uno de los mayores problemas que afectan a los adictos. "El abordaje de cualquier adicción es complejo, pero el principal problema del paco es que se trata de una consecuencia. Una consecuencia de la exclusión: no están escolarizados, forman parte de familias desintegradas y no tienen una red de contención. Cuando llegan al hospital hace días que no tienen contacto con nadie y lo peor es que nadie los reclama", explica Carlos Damin, jefe de Toxicología del Hospital Fernández.
A pesar de que se trata de una adicción que se describe como nueva, se sabe que afecta especialmente al apetito y a la parte frontal del cerebro: "Llegan muy deteriorados físicamente, con muy bajo peso y con las defensas también bajas. Se guían por impulsos y después se arrepienten de lo que hacen", describe Luis Alberto Suárez, de la Fundación Nueva Vida.
Claudio Parrilla, Director General de Adicciones del Ministerio de Desarrollo Social, opina que, pese a los estereotipos, "no es estrictamente la droga de los pobres, pero sin dudas las consecuencias que genera en los grupos de mayor vulnerabilidad son devastadoras. Los sectores altos tienen una mayor integridad física para resistir y buscar alternativas de rehabilitación. Para los pibes pobres se trata de una droga de exterminio", concluye Parrilla.
Relacionado con la rehabilitación, y a diferencia de otras adicciones, la etapa de desintoxicación es breve: "Puede ser de entre 24 a 72 horas. Pero luego viene el abordaje interdisciplinario en el que intervienen médicos -para evaluar y avanzar sobre lo físico-, psicólogos y psiquiatras. Luego interviene también un trabajador social. Y el tiempo de tratamiento puede demandar entre seis meses o un año y medio, depende del estado del chico", explica Damin. De manera categórica, como los otros especialistas consultados por Clarín, Damin considera que la internación es el último recurso.
Pese a que el deterioro neurológico, cognitivo e intelectual que genera el consumo de paco es grave, los médicos consideran que los daños se pueden revertir. Pero la clave, en un tipo de adicción que afecta a mayoría de desclasados, es la reinserción.

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